sábado, 4 de julio de 2009

Retomando a Gilpin: tres preguntas pendientes.

En este espacio se retoma brevemente las tres preguntas formuladas sobre Gilpin. Estas preguntas fueron formuladas en clase y habían quedado pendiente de respuesta para cerrar con los trabajos acerca del libro: The Political Economy of International Relations. Las preguntas son: ¿Cuáles son los fundamentos reales de la pérdida de liderazgo de EEUU? ¿Sigue siendo la economía de guerra “uso de la fuerza” una variable fundamental para mantener la hegemonía en el contexto global reciente? ¿Qué implicaciones tiene la nueva crisis económica en la composición del liderazgo mundial actual? Pasamos entonces a las correspondientes respuestas.

¿Cuáles son los fundamentos reales de la pérdida de liderazgo de EEUU?

De acuerdo con Gilpin, EEUU había alcanzado la posición de hegemónico pero todo marchaba bien hasta que en los años 60’s este país comenzó a perseguir sus propios intereses y ya los problemas que se están viendo en los 80’s son causados por el cambio en las políticas estadounidense. Se dice que el líder hegemónico debe desear subordinar sus propios intereses económicos a corto plazo sobre sus intereses a largo plazo y sobre el largo bienestar de la economía internacional. Es aquí donde se denota que EEUU en los 60’s prefiere ir tras sus objetivos a corto plazo y esto lo lleva a una pérdida de liderazgo. Por otra parte, EEUU comienza a perder liderazgo político en términos monetarios. Pues la moneda estadounidense, después de haber alcanzado ser el referente internacional, comienza a tener cuestionamientos sobre la competitividad. Se enfrenta esta moneda a nivel internacional con otras como las de Europa y Japón. Tal vez esto se debió al problema de consistencia N – 1, donde en un sistema monetario compuesto por N cantidad de países, N – 1 países son libres para cambiar sus tipos de cambio excepto un país que no puede cambiar su tipo de cambio, porque su moneda es el estándar sobre el cual los demás países utilizan para el valor de sus monedas.

Este problema de consistencia tal vez fue el que llevo a EEUU a “romper el compromiso” en los 60’s ante la inflexibilidad y rigidez que le daba ser el país hegemónico. A esto se le suma la pérdida de competitividad en la moneda estadounidense en términos de convertibilidad y liquidez, así como la especulación producida por tales problemas que llevan a una falta de confianza. Por último, para Gilpin siempre debe existir un elemento que permita la continuidad de la economía liberal y por lo tanto se pregunta ¿quién va a suceder a EEUU en la hegemonía? ¿Japón, Alemania, algún otro? Ante esas preguntas se formula entonces el elemento de liderazgo internacional compartido, lo cual se discutirá un poco en la tercera pregunta.

¿Sigue siendo la economía de guerra “uso de la fuerza” una variable fundamental para mantener la hegemonía en el contexto global reciente?

Gilpin plantea cierta importancia al poderío militar, sin embargo, su enfoque va más por la capacidad de disuasión. Planteándose que el uso de la fuerza no es el único mecanismo de disuasión, estos pudieran ser: embargos comerciales, retiro de apoyo político, retiro de ayuda económica (préstamos, donaciones, etc.), así como romper relaciones diplomáticas (aunque en algunas situaciones esto es indicativo de conflicto bélico, acá nos referimos al rompimiento de relaciones sin llegar al conflicto). En un mundo interdependiente, el bloqueo comercial pudiese ser la variable fundamental y no el “uso de la fuerza”.

Se podría decir que el “uso de la fuerza” si juega un papel importante en la actualidad pero para proteger “intereses particulares” y no necesariamente por cuestiones de hegemonía. Por ejemplo, la intervención en Kuwait por EEUU fue por proteger sus intereses en la corporación estadounidense establecida en el lugar. Igual ocurre con la intervención a Afganistán e Irak, que no es una intervención para mantener la hegemonía en el contexto internacional pero que si le da cierto reconocimiento de poder a EEUU en el contexto global. Por último, la respuesta a esta pregunta por parte de Gilpin seria que el “uso de la fuerza” ya no es la variable fundamental para mantener la hegemonía en el contexto global reciente.

¿Qué implicaciones tiene la nueva crisis económica en la composición del liderazgo mundial actual?

De acuerdo con Gilpin el cambio en la naturaleza de la economía internacional ha dado el resultado de la necesidad por un liderazgo y coordinación de políticas pluralista. Estados Unidos ha perdido poder hegemónico pero aún mantiene un liderato de peso. Tal vez porque este se hizo un tanto indispensable. Por ejemplo, EEUU fue el padre del progreso cuando ayudo a reconstruir a Europa tras las guerras. Igual EEUU se ha hecho un tanto indispensable para las economías periféricas en su zona de influencia. Con esto se puede decir que si la economía de EEUU fracasa, sus efectos se podrán ver en esas otras economías que dependen de este. Como se ha visto ante la crisis económica que se está atravesando recientemente.

Al parecer la economía estadounidense se ha universalizado al punto que otras se vean muy afectadas por las decisiones que se tomen en EEUU. Sin embargo, se ha visto un crecimiento de otras economías que por sus naturalezas no son dependientes de la estadounidense. Estas son economías emergentes de países industrializados o en vías de serlo. Estas economías emergentes se han ido creando espacios a nivel internacional y su reconocimiento cada vez más está tomando peso. Estas se ven reflejadas en organismos informales como el G-20, donde se toman las decisiones por parte de los países con liderazgo a nivel mundial. Por lo tanto, ya EEUU comparte (quiera o no) el poder o liderazgo con otros países. O sea, ya no se puede pensar en lo unilateral (hegemónico), sino que la complejidad de relaciones se están planteando en un marco multilateral (el liderazgo pluralista del que hablaba Gilpin). Por último, esta crisis económica debe plantear (como lo hemos visto) un cambio en las instancias como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en la forma en cómo se toman las decisiones para poder tratar de resolver la crisis que está atravesando varios países.

sábado, 27 de junio de 2009

Paul Krugman: Vendiendo Prosperidad.


En el presente escrito se pretende discutir la obra de Paul Krugman titulada “Vendiendo Prosperidad: Sensatez e insensatez económica en una era de expectativas limitadas”, cuya primera edición en el idioma inglés fue en 1994. Pero, ¿Quién es Paul Krugman? Este autor ha escrito o editado más de 18 libros y varios cientos de artículos (la mayoría de estos son sobre el comercio internacional y las finanzas internacionales). Obtuvo su doctorado del MIT en 1977, y desde entonces ha impartido clases en Yale y Stanford, así como el MIT. Recientemente se paso de MIT a Princeton. En 1982-3 fue miembro del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca (Ronald Reagan). Experiencia que le sirvió para escribir la critica al gobierno de Reagan, el sequito de conservadores y los defensores de la economía de la oferta.

En 1991 recibió la Medalla John Bates Clark, otorgada por la American Economic Association, en el 2004 ganó el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, y en el 2008, el Premio Nobel de Economía. Vale la pena decir que la filosofía económica de Krugman se puede describir lo mejor posible como neo keynesiana y que políticamente es considerado un liberal. Esto es importante de considerar ya que el propio Krugman establece que esta sesgado el libro por su propia ideología liberal. Es por esto que el lector puede darse cuenta del ataque frontal que le hace a los argumentos de los conservadores en términos de la “filosofía” y puesta en práctica del modelo económico conservador.

La obra Vendiendo Prosperidad se divide en tres partes fundamentales: el auge de la economía conservadora; los conservadores en el poder; y, el péndulo oscila. Cada parte se divide a su vez en varios capítulos donde se van detallando los elementos de juicio utilizados por Krugman para criticar al modelo conservador y sus vertientes, así como dejar claro que Keynes sigue vivo porque sus ideas económicas han prevalecido sobre todo al momento en que comienza a fallar críticamente el modelo conservador. No obstante, se debe comenzar estableciendo los primeros lineamientos que hace el autor en la introducción del libro, que lleva por título: buscando magos.

En esta introducción Krugman establece una diferenciación entre los políticos y los economistas. Dice que los políticos buscan, necesitan y quieren oír recomendaciones de los economistas para alcanzar su objetivo electoral y que esa asesoría puede venir de dos clases de economistas. O sea, quien toma la decisión (el político) siempre buscará consultar a un economista, pero que el propio político ya estaría prejuiciado con las ideas que más le parecen. Por otra parte, Krugman también establece unas diferencias entre dos tipos de economistas: los profesores versus los vendedores de políticas económicas. Sobre los primeros se señala que estos se “encierran” en la academia y en sus trabajos complejos. Mientras que los vendedores de políticas económicas son aquellos que se “ventean” en el ojo público y plantean “recetas milagrosas” para solucionar problemas económicos. Esta distinción es importante porque a la medida en que Krugman va entrando en la discusión la emprende sobre los vendedores de políticas económicas. O sea, los mentados vendedores de prosperidad. Que incluye tanto a conservadores (principales criticados en su obra) como liberales (en especifico, los relacionados a la administración de Bill Clinton).

Ya en la primera parte del libro, “el auge de la economía conservadora”, comienza el autor planteando el ataque contra Keynes. Señala porque Keynes fue marginado por los conservadores y establece que además de ser por cuestiones personales, lo esencial es que Keynes proponía un modelo económico donde el Estado interviniera activamente en el quehacer de la economía. También se establece las posturas de Keynes entorno al ciclo económico y sobre las recesiones. Sobre la postura en torno al ciclo económico básicamente se refiere a que Keynes decía que la economía se comporta de forma cíclica, y por lo tanto, esto significa que habrá tiempos buenos en la economía, así como tiempos menos buenos. Mientras que la postura de Keynes sobre las recesiones trata de que el Estado, ante una situación de recesión, pueda intervenir emitiendo más moneda para ir estabilizando la dinámica de la propia economía. Esto se piensa desde la perspectiva de que los ciudadanos buscan obtener sus propios beneficios siempre, y esto incluye querer acumular riqueza. O sea, ahorrar el dinero que le corresponde, además de siempre estar buscando como “quitarle” a otros para incrementar sus “ahorros”, o más bien, sus riquezas. Por lo tanto, una retención de dinero por parte de ciudadanos significa que saca la moneda de circulación y por ende escasea en la calle y por ello se puede entrar en recesión. Para ello es que se propone que ante la escasez de moneda el Estado pueda emitir más moneda con el fin de colocar más dinero en la calle. A esto también se le puede conocer como expansión de la economía, ya que esta crece debido a tales acciones de intervención.

Otro punto que trae Krugman es sobre el economista Milton Friedman. Dice que este es un personaje que se hizo famoso por sus ataques contra Keynes en el ámbito de política monetaria. Friedman no cree en que el Estado debería intervenir en la política monetaria de forma activa (postura de Keynes), sino que ese tipo de actividad debe ser sustituido por unas sencillas reglas monetarias mecánicas. Esto es lo que se conoce como la doctrina del monetarismo. Otra “línea de ataque a Keynes” por parte de Friedman fue la estanflación. Sobre la estanflación, este es un concepto que fue trabajando otros economistas y que da paso a la famosa curva de Phillips donde se pretende establecer una relación entre dos fenómenos económicos que no se pensaban pudieran ocurrir al mismo tiempo, estos son: estancamiento (a razón de pérdidas de empleo) e inflación (a razón del aumento en la cantidad del dinero en la economía del país). Friedman lo que demostró fue que no era posible utilizar una expansión monetaria para alcanzar un objetivo arbitrario de pleno empleo sin provocar a la larga una inflación inaceptable. Sin embargo, para Krugman ambos argumentos de Friedman le parecen no muy convincentes pues, según él, carecen de muchos fundamentos teóricos.

Otra argumentación que hizo parecer que la economía keynesiana hubiera quedado totalmente en el olvido fue el de las expectativas racionales de Robert Lucas. El argumento era el siguiente: cuando el paro es alto, los salarios y los precios tienden a baja. Por lo que esta bajada de los salarios y de los precios eleva la oferta monetaria real, es decir, aumenta el poder adquisitivo de la cantidad de dinero en circulación. Y esta expansión de la oferta monetaria real provoca, a su vez, una expansión económica. Pero igual que los argumentos de Friedman, Lucas perece tener dos eslabones débiles en su argumentación. El primero es la proposición de que una recesión sólo dura el tiempo que las empresas (quienes ajustan los salarios y precios) están equivocadas respecto a la verdadera situación económica, en realidad, que sólo puede haber una recesión mientras la mayoría de la gente no se dé cuenta. El segundo es la idea de que las empresas fijan sus precios vigilando estrechamente la política monetaria o, lo que es peor aún, los indicadores macroeconómicos que pueden ayudar a predecir la política monetaria. Para Krugman ni las empresas ni la gente están pendientes de la política monetaria para tomar las decisiones diarias relacionadas en términos económicos, o sea, comprar, ahorrar, cambiar de empleo, subir o bajar precios, entre otras.

Por otra parte, Krugman dedica un capítulo entero a la concepción que tienen los conservadores sobre los impuestos, la regulación y el crecimiento económico. Haciendo un énfasis en la situación de los años 80’s. Este se resume en decir que para los conservadores los impuestos y la regulación son dos elementos que no incentivan el crecimiento económico, pues la gente no es incentivada para ahorrar u hacer inversiones a futuro. Por lo tanto, reducir los impuestos y las regulaciones son la receta de los conservadores para estimular la economía, y por ende su crecimiento. Sin embargo, al parecer la situación de los años 80’s donde la derecha conservadora tenia la vanguardia intelectual no se rindió con las expectativas esperadas, pues aunque hubo crecimiento económico no fue mayor al que hubo en los “años buenos” de los 40’s donde la visión keynesiana era la vanguardia intelectual.

No obstante, para esos años 80’s comienza a darse un auge sobre un enfoque llamado: la economía de la oferta. Siendo este un enfoque puramente no-economista, pues fue más bien formulado por periodistas de varios periódicos importantes sobre temas de economía. Siendo Robert Bartley (The Wall Street Journal) su principal precursor junto a Jude Wanniski (National Observer) y con el espacio en prensa otorgado por Irving Kristol (The Public Interest), así como de dos economistas, un tanto excéntricos y un tanto rechazados por la comunidad académica de economía: Arthur Laffer y Robert Mundell. Las ideas principales de esta economía de la oferta son: en primer lugar, las medidas de demanda, especialmente las monetarias, son absolutamente ineficaces; en segundo lugar, la reducción de los impuestos influye extraordinariamente en los incentivos, por lo que aumenta espectacularmente la actividad económica, quizá hasta el punto de que los ingresos fiscales aumenten en lugar de disminuir. Sin embargo, Krugman señala que este enfoque si realmente carece de fundamentos teóricos-económicos, y que los dos economistas fuentes del enfoque se han llegado a contradecir ellos mismos y que esto da claras señas de una falta de credibilidad. Hasta el punto en que Krugman dice que Laffer resolvió los problemas económicos haciendo un dibujo de una caja en una servilleta (en una de las reuniones de ese grupo “de pensamiento” en un restaurante de Nueva York) dejando de un lado los años de estudios sobre economía que se han desarrollado a través de la historia.

En la segunda parte del libro, Krugman lo dedica a presentar un análisis crítico al periodo que él denomina como: los conservadores en el poder. Este período es el que comprende el gobierno de Ronald Reagan hasta la llegada de George Bush al poder. Krugman comienza dedicando un capítulo sobre el crecimiento económico en este período, sin embargo, su énfasis es en cómo los conservadores “manipulan” las interpretaciones de las estadísticas en cuanto al concepto de crecimiento. Como se menciono anteriormente, al parecer el crecimiento económico en este período no cumplió con las grandes expectativas de los conservadores, e incluso Krugman señala que el crecimiento económico en ese momento pudo haber sido explicado por efectos del ciclo económico (presentado por Keynes). Otro aspecto es sobre la distribución de la renta, y las negaciones conservadoras sobre el crecimiento de la desigualdad a causa de las políticas económicas conservadoras. Primero, han puesto en duda las cifras sobre la desigualdad; segundo, desechan la cuestión distributiva diciendo que es irrelevante dado el supuesto triunfo del crecimiento; y tercero, sostienen que la distribución de la renta es irrelevante en una sociedad en la cual la movilidad social es alta. O sea, ¡que se jodan los menos afortunados! Pues, según los conservadores ellos pueden moverse a otros lugares a buscar fortuna sin considerar que por sus propias condiciones podrían no tener la capacidad de moverse a otros lugares.

Otro aspecto que señala Krugman y que da pie al fracaso de los conservadores, tanto en teoría como en la práctica, es la cuestión del déficit presupuestario. Pues hay diferentes causas pero la principal es que al eliminar impuestos el ingreso monetario del Estado disminuye y el gasto se mantiene igual o aumenta, pero siempre teniendo insuficientes fondos para poder cumplir con los programas públicos (sobre todo los de ayuda social). Igual se dice que también existen déficits ocultos, ya que estos no se reflejan a corto plazo sino que a lo largo del tiempo es que surgen los problemas deficitarios. Para terminar la segunda parte del libro, Krugman dedica un capítulo para discutir sobre los conservadores en otros países como el caso del thatcherismo en el Reino Unido y los efectos sobre la cuestión de la moneda europea. Señala las influencias así como el propio fracaso del pensamiento conservador en Europa. E incluso señala que existen algunas lecciones de Europa para Estados Unidos, sobre todo de los efectos adversos que tuvo el enfoque conservador.

La tercera y última parte del libro se dedica al cambio de paradigma conservador a uno liberal, así como el resurgir de Keynes ante el fracaso conservador. Por lo tanto, el péndulo oscila y al parecer a largo plazo Keynes aún sigue vivo debido a los problemas de la macroeconomía conservadora. Y que la teoría y la política económica en 1993 (Bill Clinton) va más por el aspecto de la importancia del Estado en tener un papel activo en la economía. Pero antes de entrar en la visión económica de Clinton y sus amigos, Krugman introduce lo que es la economía del QWERTY (economía de la dependencia de la senda), señala que Paul David vio algo obvio el comportamiento de algunos sectores de la economía en forma de clusters, o sea, algunas industrias del mismo tipo se aglomeran en algún lugar particular llevando así a la creación de un nicho donde el comportamiento económico es un tanto singular, la gente que reside en el lugar es cualificada para trabajar en cualquiera de las fabricas ya que se dedican a lo mismo, entre otras cosas. Pero con ello se lleva a plantearse una revisión de las ideas sobre el comercio internacional, pues este comportamiento que se da a lo interno de Estados Unidos también se da a nivel global, y por ello habría que plantearse una política comercial estratégica. Esto trata sobre un enfoque donde el Estado participe en general políticas para apoyar a las empresas de su país en poder alcanzar mayores logros de los que pudieran tener ellas mismas por su propio esfuerzo.

Esto lleva a otro tipo de vendedores de prosperidad (vendedores de políticas económicas), pero esta vez del lado de los liberales. Siendo un político y vendedor de prosperidad el propio Bill Clinton, que junto a ciertos amigos que estudiaron con él (Lester Thurow y Robert Reich) son los defensores del comercio estratégico. Estos planteaban la necesidad de un nuevo paradigma económico, porque Estados Unidos forma parte de una verdadera economía global, y para mantener su nivel de vida se tiene que aprender a competir en un mercado mundial cada vez más difícil. Es por ello que entonces plantean que la productividad y la calidad de los productos se han vuelto esenciales. Por lo que es necesario poner a la economía estadounidense a trabajar en los sectores de alto valor que generan puestos de trabajo para el futuro. Y que la única manera de ser competitivos en la economía global es forjando una nueva colaboración entre el Estado y las empresas. No obstante, Krugman también les hace una fuerte crítica (aunque al parecer son de su bando ideológico liberal) ya que señala que esta gente se esta enfocando totalmente en la competitividad a nivel global y que han perdido de perspectiva que los problemas económicos radican a lo interno de la económica estadounidense y que no tienen nada que ver con la productividad y la calidad, sino con las propias políticas hacia la economía interna del país.

En el epilogo Krugman se plantea la pregunta: ¿Qué debería hacer Estados Unidos? Sin embargo, entiendo que la critica a los conservadores, así como a los liberales (todos vendedores de prosperidad) fueron más que las propuestas que plantea Krugman sobre lo que debe hacer Estados Unidos. Este responde esa importante pregunta en dos párrafos que se resumen básicamente en: que se suban los impuestos y que se recorten los programas públicos verdaderamente despilfarradores; realizar reformas al sistema sanitario (sin proponer ninguna en especifico); y, establecer impuestos sobre la contaminación y la congestión. Y sobre la pobreza, señala que se gaste más en programas que ayuden a los niños pobres desde los programas de nutrición y medicina; aumentar la ayuda que se les concede a las familias pobres que tienen hijos para sacarlos de la pobreza.

Estas ideas, aunque muy escuetas parecen buenas. Sin embargo, al plantear sus ideas sobre la pobreza difiero con el autor, pues mi experiencia trabajando con personas de escasos recursos me ha enseñando que hay diferentes tipos de personas pobres, aquellos que realmente quieren salir de la pobreza (lastimosamente parece ser la minoría) y aquellos que se conforman con las ayudas gubernamentales y lo que buscan es mantenerse en un tipo de estatus quo dentro de la misma pobreza. Creo que Krugman debe plantear sus ideas de lo que debe hacer Estados Unidos para ver si pueden servir de modelo para resolver algunos de los serios problemas económicos del país, teniendo incluso presente aquellos “países” que son territorios estadounidenses.

Para concluir, Krugman dedica algunas páginas para señalar la obsesión por la competitividad y el papel del economista. Sobre la obsesión por la competitividad señala básicamente que se tiene que tener mucho cuidado porque se está abandonando una realidad en cuanto a la economía interna del país. Y que por lo tanto no se debería tener tanta obsesión por la competitividad sino por arreglar los problemas a lo interno. Finalmente señala que el papel del economista debe ser uno proactivo, y que si se tienen ideas buenas se luchen por ellas aunque se vean amenazados por los vendedores de políticas económicas simples (y muchas veces estúpidas). Al igual que Krugman creo que los economistas serios deben de dejarse sentir y no encerrarse en los libros o los salones de clases como ha estado pasando con los que somos administradores públicos. Hay que reclamar siempre el espacio intelectual y plantear soluciones serias a problemas serios, y que se cuestione siempre cuando una solución viene de las manos de un vendedor de prosperidad (¡pues esas manos, al parecer, casi siempre no están limpias!).

domingo, 7 de junio de 2009

Poder e Interdependencia en el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica.

Introducción

El presente escrito se realiza en función del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica. Para ello partiré tratando de contestar brevemente: ¿Qué es el Acuerdo de Asociación? ¿Cómo o de donde surge? ¿A quienes involucra? Luego pasare a describir los componentes que se cubren en el Acuerdo de Asociación entre ambas regiones. Una vez presentada dicha discusión se procede a discutir los conceptos poder e interdependencia que son las variables centrales del trabajo de Robert O. Keohane & Joseph S. Nye (1989). Ya teniendo presente estos conceptos se pretende realizar una aproximación analítica del Acuerdo de Asociación considerando éstos conceptos de Keohane & Nye. Por último, se presenta un cierre de discusión tratando de plantear algunas interrogantes para futuras discusiones.

¿Qué es el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica? ¿Cómo o de donde surge? ¿A quienes involucra?

El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica es un proyecto ambicioso que actualmente se desarrolla con mucho optimismo y esfuerzo negociador por parte de los gobiernos de Centroamérica y la Unión Europea. No obstante, alcanzar el cumplimiento de los requisitos que conlleva su puesta en ejecución es el enorme reto de los gobiernos centroamericanos. Esto considerando no solo las diferencias entre ambas regiones (particularmente en sus indicadores comerciales, sociales, demográficos y económicos), sino en cómo la región centroamericana puede implementar los procesos exitosos de integración que han convertido a Europa en una potencia económica mundial, entre otras. Se espera que una vez concluidas las rondas de negociación que darán vida al Acuerdo, Centroamérica este en el umbral del posicionamiento regional que se ha buscado por muchos años. Se dice que este Acuerdo permitirá a la región centroamericana tener éxito, junto con una imagen de una región madura y coherente con la realidad mundial, comprometida con sus ciudadanos y fuerte ante los desafíos del futuro, dando inicio a concretar un diálogo que nació hace ya más de veinte años.

Pero, ¿cómo o de donde surge esta iniciativa? Pues, el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica surge como uno de los resultados de la Cumbre Unión Europea-Latinoamérica y el Caribe, celebrada en Viena, Austria, el 12 y 13 de mayo de 2006. En esa ocasión los Jefes de Estado y de Gobierno de las regiones deciden iniciar las negociaciones para lograr el Acuerdo entre ambas. Sin embargo, esta relación entre ambas regiones se podría remontar al 1984 cuando se da el denominado Diálogo San José entre Centroamérica y la Unión Europea. En aquel momento, el objetivo central era contribuir a la solución del conflicto, en pro de la democratización y del desarrollo del istmo. Luego con el proceso de los Acuerdos de Paz, en 1986 se crea el Grupo de Río, esto contribuye a mantener los debates sobre diversos temas de interés interregional y sus reuniones anuales se centraron en la búsqueda de prioridades en el ámbito político-económico, a través de la cooperación y el comercio.

Ya para el 2002, se reúne en Madrid la II Cumbre Unión Europea - América Latina y el Caribe, allí la Unión Europea y Centroamérica acordaron lanzar la negociación de un Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, como una primera etapa hacia una asociación más amplia que incluyera en un futuro un acuerdo comercial. Este Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación se firmó en Roma en 2003 y entrara en vigor cuando sea ratificado por todos los Estados parte del Acuerdo. En el 2004, durante la III Cumbre Unión Europea - América Latina y Caribe, realizada en Guadalajara, la Unión Europea y Centroamérica fijaron el objetivo estratégico común de realizar un Acuerdo de Asociación, que comprenda capítulos de dialogo político, cooperación y comercio. En ese entonces se precisó que era necesario primeramente que Centroamérica alcanzara un nivel suficiente de integración económica y se estableció un grupo conjunto para realizar una evaluación de la integración económica en dicha región.

Para el 2006, en el marco de la IV Cumbre América Latina y el Caribe en Viena, se celebró la II Cumbre Unión Europea - Centroamérica en la cual, se tomó la decisión de entablar negociaciones relativas a un Acuerdo de Asociación, incluida la creación de una zona de libre comercio. Esta decisión se basó en los resultados positivos de los procesos previos y el informe final de evaluación del grupo conjunto. De la evaluación conjunta de la integración económica en Centroamérica se derivaron tres aspectos sobre los cuales los Jefes de Estado centroamericanos se comprometieron a realizar avances antes de iniciar las negociaciones: aplicar las decisiones adoptadas el 9 de marzo de 2006 en Panamá, que incluyen la consolidación de la Unión Aduanera Centroamericana; ratificar el Tratado Centroamericano sobre inversiones y servicios; y, desarrollar un mecanismo jurisdiccional que pudiera garantizar la aplicación de la legislación económica regional en toda la región. Luego de la aprobación por parte del Consejo de la Unión Europea se están celebrando desde octubre 2007 las rondas de negociación para darle paso a la vigencia del Acuerdo de Asociación entre ambas regiones. En términos de a quienes se involucran en este proceso, además de la Unión Europea en su conjunto, estamos hablando de: Costa Rica; El Salvador; Guatemala; Honduras; Nicaragua; más Panamá (si se integra al sistema aduanero centroamericano). Además, se han abierto las puertas para que se involucren miembros de la Sociedad Civil, así como empresas interesadas en los posibles resultados de dicho Acuerdo. Por otra parte, es importante señalar qué componentes son consideradas como pilares de este Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica.

Componentes del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica

Este Acuerdo de Asociación cuenta con tres componentes centrales: político; cooperación; y, económico-comercial. En el componente político se persigue establecer mecanismos institucionalizados para promover una discusión e intercambio de información -en diferentes instancias- entre la Unión Europea y Centroamérica sobre cuestiones bilaterales y regionales de interés común que podrían permitir la adopción de posiciones conjuntas en temas de trascendencia internacional. A través de estos mecanismos también se busca promover una serie de valores comunes entre ambas regiones, tales como el respeto a los principios democráticos y los derechos humanos fundamentales, la protección del medio ambiente y el fortalecimiento del Estado de Derecho, entre otros. Mientras, en el componente de cooperación se busca ir más allá de la ayuda financiera de la Unión Europea hacia Centroamérica y se orientaría a identificar mecanismos concretos a través de los cuales ambas regiones puedan alcanzar los objetivos identificados tanto en el componente político como en el componente comercial.

Por último, el componente económico-comercial implicaría, entre otras cosas, el establecimiento de una zona de libre comercio entre la Unión Europea y Centroamérica. En este contexto comercial cabe destacar que Centroamérica ha mantenido por mucho tiempo lazos económicos estrechos con Europa, los cuales se han visto beneficiados por el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) de la Unión Europea que permite que muchos de los productos centroamericanos ingresen en ese mercado sin pagar aranceles o con aranceles preferenciales. A pesar de ello, otra cantidad significativa de bienes en los cuales Centroamérica tiene ventaja competitiva han estado excluidos de esa iniciativa. Esto ha llevado a los países de la región promuevan, desde hace varios años, avanzar en la profundización de la relación comercial a través de la suscripción de un acuerdo de libre comercio.

Conceptos de poder e interdependencia de Keohane & Nye, y Análisis del Acuerdo de Asociación en términos de estos dos conceptos

Keohane & Nye presentan una discusión sobre los conceptos poder e interdependencia. Ellos señalan que el poder puede ser pensado como la habilidad de un actor en hacer que otros hagan algo que ellos de otra manera no harían (y con un costo aceptable para el actor). Sin embargo, el poder también puede ser concebido en términos del control sobre los resultados o el potencial para afectar los mismos. Establecen que para entender el papel del poder en la interdependencia, se debe distinguir entre dos dimensiones: sensibilidad y vulnerabilidad. En términos de los costos de dependencia, sensibilidad significa responsabilidad para los costosos efectos impuestos desde afuera antes de que las políticas sean alteradas para tratar de cambiar la situación. Mientras, vulnerabilidad puede ser definida como la responsabilidad de un actor para sufrir los costos impuestos por eventos externos aun después de que las políticas sean alteradas.

Pero ¿qué es interdependencia? Interdependencia significa, en lo más simple, mutua dependencia. Para los autores, la interdependencia en el mundo de la política se refiere a las situaciones caracterizadas por los efectos recíprocos entre países o entre actores en diferentes países. Señalan además, que estos efectos casi siempre surgen de las transacciones internacionales (flujo de dinero, bienes, gente, y mensajes que cruzan las fronteras internacionales). Cabe destacar que estas transacciones internacionales se ven claramente en los tratados de libre comercio, así como en el Acuerdo de Asociación que aquí nos ocupa.

Por lo tanto, los autores resaltan que la interdependencia afecta el mundo de la política y el comportamiento de los estados, pero que las acciones gubernamentales también influyen en los patrones de la interdependencia. De igual forma, estas acciones se reflejan en un “espacio” de interacción que a su vez esta visto en término de régimen internacional. Keohane & Nye definen regímenes internacionales como los acuerdos para gobernar las relaciones transnacionales e interestatales. Estos tienen la función de regular y controlar las relaciones por medio de la creación y aceptación de procedimientos, reglas, o instituciones para ciertos tipos de actividad. Se podría decir entonces que el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica puede constituir un régimen internacional en sí mismo. Pero igual puede ser condicionante para que se formen o establezcan otros regímenes internacionales propios de la región, como puede ser un régimen sobre integración aduanera de Centroamérica. Los autores también proponen dos perspectivas diferentes que se pueden adoptar para analizar los costos y los beneficios de una relación interdependiente. La primera se enfoca en las ganancias conjuntas o en las pérdidas conjuntas de las partes involucradas. La segunda tensa los issues de las ganancias y la distribución.

En el caso del Acuerdo de Asociación, este demarca la instauración de una zona de libre comercio birregional e intrarregional. Así mismo, introduce el reforzamiento de la cooperación birregional orientada a lograr estabilidad política y social, e incluye la lucha contra la pobreza y elementos medioambientales. Por lo tanto, el Acuerdo de Asociación propone impulsar la integración económica regional, aumentar el crecimiento económico y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. A diferencia del TLC (CAFTA-DR), se dice que el Acuerdo de Asociación ha sido menos controversial por estar acompañado de una dosis de cooperación para el desarrollo, de compromisos en cuanto a la participación civil y de políticas complementarias que introducen acciones de cooperación técnica y financiera para compensar la pérdida de los ingresos arancelarios y particularmente, porque se asumirá los costos necesarios de implantación de las nuevas normativas. Sin embargo, el Acuerdo de Asociación es también un tratado de libre comercio. Es la Unión Europea quien sostiene que un TLC seria una ventaja para que Centroamérica acceda a los mercados europeos de manera compatible con las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Al parecer, los cambios de nombre (Acuerdo de Asociación o TLC) forman parte de una estrategia orientada a evitar las contradicciones que retardarán la firma de los acuerdos, pero hay quienes dicen que es más de lo mismo. De igual forma, la cuestión reviste vital importancia dado que los diferentes estudios realizados hasta la fecha señalan que la firma de tratados bilaterales y regionales permite obtener concesiones que no son posibles alcanzar en la OMC, donde la presión de los países pobres puede ser clave en las modificaciones de los mismos. Se dice que si la Unión Europea logra abrirse paso con el Acuerdo de Asociación con el apoyo del istmo, en la arena multilateral, no hay dudas que tendría mayores avances que los Estados Unidos.

Por otra parte, y en aras de la relación de interdependencia entre las dos regiones, se deben tener presente tres cuestiones, tal vez básicas, en el proceso. Primero, la necesidad de negociar en atención a que no se imponga un criterio de reciprocidad en el comercio entre las dos regiones o en igualdad de condiciones sin tomar en cuenta las asimetrías económicas y comerciales entre ambas. Estas asimetrías son precisamente lo que pueden determinar que actor tiene más poder sobre el otro, pero también es un elemento que permitiría establecer qué región tiene sensibilidad y cuál tiene mayor vulnerabilidad en el proceso. En este aspecto me atrevo a decir que la región con mayor vulnerabilidad en el proceso es Centroamérica precisamente por sus desventajas y las propias asimetrías entre los países de la región. Mientras que la Unión Europea tal vez se puede considerar con cierto grado de sensibilidad puesto que puede prever modificaciones a su Acuerdo de Asociación para minimizar algunos efectos negativos en términos de la complejidad de la región centroamericana.

La segunda cuestión, se refiere a la participación de la sociedad civil en la negociación de estos acuerdos. Pues al parecer la experiencia en la región no es alentadora, y resulta una preocupación para el Comité Consultivo del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) que reúne a más de 100 organizaciones de la sociedad civil, regional y nacional por los titubeos que se han dado en la definición de la forma de participación de la sociedad civil, la transparencia en el trabajo de las mesas, de los temas y otras aristas. En relación a los actores de la sociedad civil, como quiera que esta se defina, es que pueden tener un papel importante en términos del poder relativo sobre el Acuerdo de Asociación permitiendo así que se definan algunas pautas de la relación bi-regional que los beneficien a ellos.

La tercera cuestión, está relacionada con el aspecto comercial como eje principal del Acuerdo de Asociación. Pues la atención se ha centrado en el acceso al mercado que permita incrementar el flujo de mercancías entre ambas regiones, en la atracción de inversiones, en la propiedad intelectual, comercio y compras gubernamentales. Es tal vez en este aspecto comercial donde se puede apreciar la cuestión de la sensibilidad y la vulnerabilidad en términos de transacciones económicas, pues aunque la Unión Europea desee mayor intercambio comercial entre las regiones, la verdad es que aun es muy proteccionista, por ejemplo, en términos de la agricultura como industria. Ello es el caso de los aranceles por el banano y las restricciones en el sistema de preferencias arancelarias puestas por la propia Unión Europea.

Cierre y planteamiento de interrogantes

Para cerrar este escrito debo entonces plantear unas interrogantes para discusiones futuras. Aclarando que me encuentro limitado en establecer conclusiones debido a la poca profundidad en el conocimiento del Acuerdo de Asociación entre ambas regiones. Las primeras dos interrogantes van en términos del poder en la relación de interdependencia de estas dos regiones: ¿cuál es el grado de sensibilidad de la Unión Europea?, ¿cuál es el grado de vulnerabilidad de Centroamérica? Con ello se debe entonces considerar: ¿cuánto poder relativo tiene cada región?, ¿a qué región beneficia realmente este Acuerdo de Asociación? Al considerar qué región realmente se beneficia del acuerdo, me refiero a que se debe separar la paja del grano, pues la cooperación por parte de la Unión Europea lleva consigo una relación de intercambio: ¿qué gana la Unión Europea con la cooperación que esta ofreciéndole a la región centroamericana? Otra pregunta podría ser: ¿cuál es el papel que juega la sociedad civil en el proceso?, ¿qué están buscando?, ¿cuánto poder relativo tienen en el proceso del Acuerdo de Asociación? Por último, quisiera establecer que es importante en el proceso tener muy presente, no sólo las asimetrías entre las regiones, sino las asimetrías que existen dentro de la propia región centroamericana ya que la historia de la región ha sido un tanto explicita en las diferencias que no han permitido una integración regional exitosa. Partiendo de estas interrogantes se podría discutir a futuro con mayor profundidad el Acuerdo de Asociación en términos de poder e interdependencia en la relación bi-regional.

domingo, 31 de mayo de 2009

Poder e Interdependencia (Keohane & Nye).

A continuación se presenta una discusión sobre tres preguntas necesarias para entender el trabajo de Robert O. Keohane & Joseph S. Nye sobre Poder e Interdependencia. Estas preguntas con sus respectivas discusiones son:

1. ¿Qué se entiende por interdependencia compleja y qué factores explican este fenómeno?

Interdependencia compleja es una construcción analítica de tipo ideal, que se perfila como una alternativa para el análisis en las relaciones político-económicas diferente a la del enfoque realista. Este enfoque de interdependencia compleja tiene tres características principales: (1) “canales múltiples”, donde se establece que en la dinámica de la economía política global hay ciertos canales de relaciones (interestatales, transgubernamentales, y transnacionales), con el reconocimiento de que existen lazos informales entre las elites gubernamentales y formales a través de oficinas para acuerdos extranjeros, así como existen lazos informales entre las elites no-gubernamentales y organizaciones transnacionales; (2) “ausencia de una jerarquía sobre issues”, se parte de la premisa de que la agenda de las relaciones interestatales consisten en múltiples issues que no necesariamente están alineados en una jerarquía clara y consistente; y, (3) “la no-utilización o el papel menor de la fuerza militar”, a diferencia del enfoque realista (donde se concentra el análisis en el uso de la fuerza militar) en el enfoque en discusión este tipo de fuerza no es utilizada por los gobiernos sobre otros gobiernos dentro de una región o sobre issues. Para los autores estas tres condiciones son más o menos bien aproximada en algunos issues globales sobre interdependencia económica y ecológica, y entienden que este enfoque se acerca lo suficiente para caracterizar toda la relación entre algunos países.

Estas tres características dan paso a un proceso político distintivo de la propia interdependencia compleja, donde se traduce el poder de los recursos al poder como el control de los resultados. Para los autores, en un mundo de interdependencia compleja uno puede esperar que algunos oficiales, particularmente en los niveles bajos, enfaticen sobre la variedad de las metas que se deben perseguir por el Estado. Teniendo presente que en la ausencia de una jerarquía clara sobre issues, las metas varían por issue, y no necesariamente estén relacionados entre sí. Por lo que cada burocracia perseguirá sus propias preocupaciones; y aunque muchas agencias puedan lograr compromisos sobre ciertos issues que los afecten en común, se encontraran que es difícil de mantener un patrón de políticas. Sobre todo, con la intervención de actores transnacionales introduciendo diferentes metas dentro de varios grupos de issues.

Por lo tanto, los autores plantean dentro del proceso político varios factores que pueden ayudar a explicar el fenómeno de la interdependencia compleja, estos son: “metas de los actores”; “instrumentos de la política estatal”; “formación de la agenda”; “vínculos de issues”; y, “papeles de las organizaciones internacionales”. Sobre las “metas de los actores” se puede destacar que estas metas pueden variar por cada área de issue, que las políticas transgubernamentales pueden hacer que las metas sean difíciles de definir, y que los actores transnacionales pueden perseguir sus propias metas. Por su parte, en relación a los “instrumentos de la política estatal” se señala que lo relevante es el poder de los recursos específicos que se tiene sobre las áreas de issues, y los instrumentos mayores son la manipulación de la interdependencia, las organizaciones internacionales y los actores transnacionales.

En cuanto a la “formación de la agenda” se establece que puede ser afectada por los cambios en la distribución del poder sobre los recursos dentro de las áreas de issue; el estatus de los regímenes internacionales; cambios en la importancia de los actores transnacionales; y, vínculos de otros issues y la politización como resultado de la emergente sensibilidad en la interdependencia. Sobre los “vínculos de issues” los autores establecen que los vínculos por Estados fuertes son más difíciles de hacer porque el uso de la fuerza seria inefectiva; y, que los vínculos por Estados débiles a través de organizaciones internacionales pueden erosionar más que re-fortalecer la jerarquía. Por último, sobre los “papeles de las organizaciones internacionales” se señala que las organizaciones pueden establecer agendas, inducir a la formación de coaliciones, y actuar como arena de acción política por los Estados débiles; además, se dice que la un recurso político importante que se manifiesta en este factor es la habilidad de escoger el foro organizacional para un issue y lograr movilizar votos.

2. ¿Qué explica los cambios en los regímenes y que caracteriza el de los océanos versus el monetario?

Los regímenes internacionales se pueden cambiar si ellos se convierten intolerables para los estados que tienen un abrumador poder subyacente. De acuerdo a los autores cuatro modelos explican los cambios en los regímenes, estos son: el proceso económico; la estructura del poder en general en el mundo; la estructura del poder dentro de las áreas de issue; y, las capacidades de poder como afectadas por la organización internacional. En cuanto al modelo del proceso económico, los autores parten de tres premisas. La primera es que un modelo de proceso económico de cambio de régimen es que los cambios tecnológicos y el incremento de la interdependencia económica harían obsoletos los regímenes internacionales existentes. La segunda es que los gobiernos serán altamente responsivos a las demandas políticas domesticas para elevar el estándar de vida. La tercera es que el gran agregado de los beneficios económicos provistos por los movimientos internacionales de capital, bienes, y en algunos casos trabajo les dará a los gobiernos incentivos fuertes para modificar o reconstruir regímenes internacionales para restablecer su efectividad.

Sobre el modelo de la estructura del poder en general en el mundo los autores presentan el enfoque de la erosión de la hegemonía para explicar los cambios en los regímenes. Se establece que el Estado hegemónico es erosionado por la autonomía de poderes que tienen los Estados débiles y que pueden ser utilizados dentro de una relación de manera en que estos puedan lograr alcanzar de cierta forma sus propios intereses. Sin embargo, se dice que el argumento de la erosión hegemónica ignora las complicaciones introducidas por los múltiples canales de contacto entre las sociedades. En términos del modelo sobre la estructura del poder dentro de las áreas de issue, los autores señalan que el concepto “estructura” es entendido como la distribución de las capacidades de poder, en el agregado, entre los estados. Además, dicen que el estructuralismo por issue permite predecir que cuando hay una gran incongruencia en un área de issue entre la distribución del poder en la estructura subyacente, y su distribución en el uso corriente, puede haber entonces presiones para un cambio de régimen. En un marco extendido, el cambio en el régimen ocurre por la diferencia entre la influencia y los beneficios que están detrás de un régimen existente y las expectativas de estados no satisfechos con respecto a los efectos de nuevas reglas. En términos de la critica a este modelo, los autores señalan que las explicaciones de la estructura internacional es generalmente inadecuada al menos que sea juntada con una cuenta de proceso político y que este modelo es uno bueno para comenzar a analizar cambios en los regímenes.

En cuanto al último modelo, las capacidades de poder como afectadas por la organización internacional, los autores comienzan estableciendo que utilizan el término “organización internacional” para referirse a los vínculos, normas, e instituciones multiniveles. Establecen que el modelo puede ayudar para apuntar las fallas de los modelos básicos de estructura en el cambio de régimen. Este modelo asume que un grupo de redes, normas, e instituciones, una vez establecidas, pueden dificultar tanto la erradicación o un re-alineamiento drástico de los regímenes. En la concepción de los autores sobre lo que es una organización internacional estos señalan que son el contexto donde operan los regímenes y por lo tanto esta organización puede afectarlo directamente debido a las decisiones que se tomen dentro de estos organismos internacionales.

De igual modo, se tiene a consideración dentro de este modelo a los actores asociados al proceso político que pueden con sus estrategias e intereses dentro de los organismos internacionales afectar de una manera u otra la evolución de los regímenes internacionales. Este modelo postula además que los costos de destruir un régimen será mayor cuando exista una red elite bien integrada en varios niveles entre los países. Por ultimo, este modelo se basa en la presunción de que el régimen será estable, significando esto que los cambios en las políticas para interrumpir al régimen no serán posibles. No obstante, es importante hacer mención sobre que los autores recomiendan la combinación de los modelos para explicar el cambio en los regímenes debido a que cada uno puede complementarse y que existen aspectos que un enfoque cubre o ayuda a profundizar y que otro no cubre o se queda muy corto para el análisis.

Por otro lado, en términos de qué caracteriza el régimen de los océanos versus el monetario debemos plantear como los autores definen cada área de issue para poder apreciar las características de cada uno. Para ellos, el área de issue sobre lo internacional monetario se define como el segmento de issues que son vistos como relevantes por los que hacen políticas públicas para decisiones acerca de que tipo de acuerdos internacionales deben existir en los índice de intercambio, reserva de ganancias, y el control de los movimientos internacionales de capital, junto con issues vistos como relevantes para el ajuste, liquidez, y confianza dentro de un régimen o no-régimen dado. Mientras, sobre el régimen de océanos establecen dos dimensiones: en tiempo de guerra, y, en tiempo de paz. Dando por entendido que en tiempo de guerra la dinámica es muy distinta al tiempo de paz y que en esa eventualidad especial el enfoque realista es el más adecuado. Por lo tanto, los autores se centran en el régimen de los océanos en tiempo de paz. También establecen dos dimensiones grandes en este régimen: (1) la naturaleza y extensión de las jurisdicciones estatales sobre los océanos adjuntos a sus costas; y, (2) la propiedad, uso, y regulación del espacio y recursos más allá de la jurisdicción nacional. De igual modo, se debe tener presente que el área de issue sobre espacio y recursos de los océanos tradicionalmente han consistido en issues débilmente relacionados como la pesca, la navegación comercial, el taladrar fuera de la costa, y los usos militares.

3. Establezca la relación entre liderazgo e interdependencia compleja.

El liderazgo puede ser visto desde varios aspectos, entre ellos: como proceso, como capacidad, y como ejercicio. En el primero, el liderazgo es visto como el proceso de influir en otros y apoyarlos para que trabajen con entusiasmo en el logro de objetivos comunes. En el segundo, se entiende como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo. Y en el tercero, es visto como el ejercicio de la actividad ejecutiva en un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial o institucional. No obstante, el elemento más importante a considerar es que el liderazgo implica que haya una persona (líder) que pueda influir y motivar a los demás (seguidores). Teniendo esto presente se debe entonces retomar la cuestión de la interdependencia compleja.

Por lo tanto, se debe recordar que la interdependencia compleja es una construcción analítica de tipo ideal, que se perfila como una alternativa para el análisis en las relaciones político-económicas diferente a la del enfoque realista. Y que además, sus tres características principales son: “canales múltiples”; “ausencia de una jerarquía sobre issues”; y, “la no-utilización o el papel menor de la fuerza militar”. De igual forma, se debe tener presente que los autores plantean dentro del proceso político varios factores que pueden ayudar a explicar el fenómeno de la interdependencia compleja, estos son: “metas de los actores”; “instrumentos de la política estatal”; “formación de la agenda”; “vínculos de issues”; y, “papeles de las organizaciones internacionales”.

Teniendo ya esto en consideración, se puede ir estableciendo una relación entre liderazgo e interdependencia compleja. Se comienza diciendo que la interdependencia en si involucra dos partes o más dentro de un proceso político, y esto a su vez plantea que el concepto de liderazgo siempre está presente. Se es categórico en que siempre está presente porque se presume que en la relación entre dos partes o más la propia naturaleza de la dinámica hará que algunos actores tengan un papel más protagónico que otros. Teniendo presente que el marco de la interdependencia compleja se enfoca en la utilización del poder, con más razón aun, me atrevo a decir que el ejercicio de ese poder en sí involucra la existencia de un liderazgo sobre un issue, o varios, en términos de que aquel actor que cuente con el poder “más efectivo” lidera la dinámica de la relación de interdependencia.

Viendo el asunto desde las propias características de la interdependencia compleja, puedo decir que el concepto liderazgo está presente en cada uno de ellos. Por ejemplo, en la característica “canales múltiples”, si bien es cierto que existen múltiples actores y escenarios donde éstos actúan, esa dinámica involucra liderazgo en la metida en que un actor toma, por voluntad o recursos, las iniciativas necesarias para influir y motivar a los demás. De igual forma, en la característica “ausencia de una jerarquía sobre issues” aunque se parte de que no existe una estructura jerárquica de los issues, se puede decir que los issues se promueven por un actor líder que procura que otros actores actúen sobre ello, y de eso trata el liderazgo. Mientras, que en la característica “la no-utilización o el papel menor de la fuerza militar”, se puede decir que el liderazgo se manifiesta sin la utilización de la fuerza militar, pero esto no excluye que el liderazgo se ejerza con algún otro tipo de violencia o a través de mecanismos legales.

También se debe mencionar que dentro de cada factor del proceso político se manifiesta el concepto de liderazgo. En términos de las “metas de los actores”, se presume que el liderazgo se ejerce por cada actor para precisamente lograr alcanzar sus propósitos. Mientras que en relación a los “instrumentos de la política estatal” estos pudieran servir como mecanismos de los propios actores para ejercer su liderazgo en cuanto a issues en discusión. En referente a los “vínculos de issues”, se puede decir que en este factor el liderazgo puede ser visto en la medida en que los actores logren cierta cohesión en cuanto a los issues a tratar y en el cómo los actores ejercen liderazgo para fomentar los propios vínculos en materia de los issues. Sin embargo, donde más podría verse manifestado el concepto de liderazgo en relación a la interdependencia compleja es en los factores “formación de la agenda” y “papeles de las organizaciones internacionales”, es tal vez en estos dos factores donde más claro se pudiera apreciar el liderazgo desde cualquiera de sus aspectos. Pues en ambos factores surgen lideres que buscan influir y motivar a los demás actores, aunque sea para lograr alcanzar su propio beneficio.

Para los autores, el liderazgo puede ser utilizado como un término al auto-servicio por los estados dominantes para justificar cualquiera de sus acciones. Ellos explican tres tipos de liderazgo internacional: hegemonía, unilateralismo y multilateralismo. En el caso de la hegemonía se dice que es la situación donde un estado es suficientemente poderoso para mantener las reglas esenciales que gobiernan las relaciones interestatales, y tiene la voluntad para hacerlo. Mientras, que el liderazgo unilateral es donde un estado va primero y establece un ejemplo. Y los de multilateralismos se basan en la acción de inducir otros estados a que ayuden a estabilizar un régimen internacional. Tal vez como conclusión se pudiera decir que la relación entre liderazgo y la interdependencia compleja es una intrínseca, donde dentro de la construcción analítica de tipo ideal se pueden percibir diferentes tipos de liderazgo con sus diferentes características y naturaleza, pero que ciertamente un elemento a considerar siempre puede ser precisamente la manifestación del concepto de liderazgo.

domingo, 24 de mayo de 2009

Reflexión sobre el G-20 y la lectura de Gilpin.


Para comenzar esta reflexión debemos decir que el Grupo de los Veinte (G-20) fue establecido en el 1999 para conformar un foro donde las economías en desarrollo e industrializadas se sentaran a discutir puntos claves en lo que respecta a la economía global. Este grupo se conforma por los Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales de diecinueve (19) países y la Unión Europea, los países son: Alemania; Arabia Saudita; Argentina; Australia; Brasil; Canadá; China; Corea del Sur; Estados Unidos de América; Francia; India; Indonesia; Italia; Japón; México; Reino Unido; Rusia; Sud-África; y, Turquía.

Cabe destacar que estos países representan el 90 por ciento del producto nacional bruto global, 80 por ciento del comercio mundial, así como dos tercios de la población mundial. Además de estos veinte (20) miembros, el Director del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Presidente del Banco Mundial (BM), más los integrantes del Comité Monetario y Financiero Internacional, y el Comité de Desarrollo del FMI y el BM participan en las reuniones del G-20 como miembros ex-oficio para asegurarse de que las instituciones y el foro de economía global trabajen juntos. El G-20 tiene un alto grado de legitimidad e influencia sobre el manejo de la economía global y el sistema financiero por el peso económico y la variedad de miembros que lo integran.

Este foro informal contribuye al fortalecimiento de la arquitectura financiera internacional y provee oportunidades de dialogo en cuanto a políticas nacionales, cooperación internacional, e instituciones financieras internacionales, así como ayuda al crecimiento y desarrollo económico alrededor de todo el globo terráqueo. El G-20 fue creado como respuesta a la crisis financiera de finales de los 1990 y ante el reconocimiento creciente de países con mercados emergentes claves y que no habían sido incluidos en la discusión y gobernanza de la economía global. Desde 1999 el G-20 ha obtenido logros en cuanto a lograr acuerdos en términos de las políticas de crecimiento económico, logrando reduciendo el abuso del sistema financiero, lidiando con las crisis financieras y combatiendo el financiamiento del terrorismo.

Sobre estos aspectos, en el 2004, los países que conforman el G-20 se comprometieron a adoptar nuevos altos estándares sobre transparencia y el intercambio de información relacionada con la tributación de impuestos. Igual el G-20 ha tenido un papel significativo en lo concerniente a lograr una reforma de la arquitectura financiera internacional. En el 2008, a través de este foro, se ha logrado que los países se comprometan a profundizar en la cooperación para mejorar la regulación, supervisión, y el funcionamiento general de los mercados financieros mundiales. En este año 2009, se volvió a reunir el G-20 en Londres. Allí acordaron realizar todo lo necesario para: restaurar la confianza, el crecimiento, y los trabajos; reparar el sistema financiero para restaurar préstamos; fortalecer la regulación financiera para reconstruir confianza; dar fondos y reformar las instituciones financieras internacionales para sobrellevar la crisis y prevenir futuras; promover el comercio y la inversión global, así como rechazar el proteccionismo para apuntalar la prosperidad; y, construir una recuperación inclusiva, verde y sustentable.

En términos del fortalecimiento de la supervisión y regulación financiera, los países miembros del G-20 acordaron asegurarse que los sistemas regulatorios domésticos sean fuertes. Pero así mismo acordaron mayor consistencia y cooperación sistemática para mejorar el sistema financiero global. Por lo tanto, los reguladores y los supervisores deben proteger a los consumidores e inversores, apoyar la disciplina de mercado, evitar los efectos adversos sobre otros países, reducir las posibilidades de arbitraje regulatorio, fomentar la competencia y el dinamismo, y seguir el ritmo de la innovación en el mercado.

Para esto, los países del G-20 se comprometieron con establecer un nuevo Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) con un mandato reforzado, como sucesor del Foro de Estabilidad Financiera (FSF), incluidos todos los países del G20, los miembros de la FSF, España, y la Comisión Europea. Este FSB deberá colaborar con el FMI para proporcionar una alerta temprana de los riesgos macroeconómicos y financieros y las acciones necesarias para hacer frente a ellos. Así mismo se comprometieron en ampliar la regulación y supervisión a todas las instituciones financieras sistémicamente importantes, los instrumentos y mercados. Pero además, adoptaran medidas contra las jurisdicciones que no cooperan, incluidos paraísos fiscales. Esto podría llevar a que se implementen sanciones para proteger las finanzas públicas de los países miembros y los sistemas financieros. Para el G-20 la era del secreto bancario se ha terminado, y por lo tanto tienen presente que la OCDE publicó una lista de países evaluados por el Foro Mundial contra la norma internacional para el intercambio de información fiscal, donde Costa Rica está incluido.

Por otra parte, en relación al compromiso de fortalecer las instituciones financieras globales, el G-20 se comprometió poner a disposición una suma adicional de $ 850 mil millones como recursos a través de las instituciones financieras globales para apoyar el crecimiento en mercados emergentes y los países en desarrollo, ayudando a financiar el gasto contra cíclico, recapitalización bancaria, la infraestructura, la financiación del comercio, la balanza de pagos, “rollover” de deuda, y apoyo social. Esta cantidad se distribuirá en $ 250 mil millones para el FMI, $ 500 mil millones para Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos, y, $ 100 mil millones por los bancos multilaterales de desarrollo (BMD).

Además, de este apoyo en recursos monetarios los países se comprometieron en fortalecer a más largo plazo la pertinencia, eficacia y legitimidad de las instituciones financieras. Por lo tanto, están en disposición de reformar y modernizar las instituciones financieras internacionales para asegurar que pueden ayudar a los miembros y accionistas de manera efectiva en los nuevos retos que se enfrentan. Este compromiso se dirige a reformar sus mandatos, el alcance y la gobernanza a fin de reflejar los cambios en la economía mundial y los nuevos desafíos de la globalización, y que las economías emergentes y en desarrollo, incluidos los más pobres, debe tener una mayor voz y representación. Siendo esto acompañado de medidas para aumentar la credibilidad y la rendición de cuentas de las instituciones a través de una mejor supervisión estratégica y la toma de decisiones. Esto incluiría que los jefes y altos dirigentes de las instituciones financieras internacionales deberían ser nombrados mediante un proceso abierto, transparente, basado en el mérito y el proceso de selección. De igual forma estarían aplicándose las recomendaciones dadas por el foro en el 2008 con respecto al FMI y el Banco Mundial.

Por otro lado, al tener en consideración todo lo anterior sobre el G-20, podría pensar en las conclusiones que Robert Gilpin realiza sobre las dinámicas de la economía política internacional. Este autor señala que la evolución de la economía mundial y el acompañamiento del cambio estructural implican tres acontecimientos. El primero es el cambio en el lugar de las actividades económicas de una región a otra. El segundo es el auge y el declive de sectores económicos. Y el tercero es la creciente integración de las economías nacionales y la consiguiente repercusión de las fuerzas externas en el bienestar nacional.

La primera cuestión planteada planteado por el autor surge, según él, por el desigual proceso de crecimiento en el liderazgo político y la cooperación internacional. Señala que una economía en crecimiento estable requiere un liderazgo político, pero el proceso de crecimiento tiende a socavar ese liderazgo. La segunda cuestión es la relación de cambio económico y político. Según Gilpin, el proceso de crecimiento económico desigual causa grandes cambios estructurales en la economía mundial, que plantean un importante problema político de ajuste para cada una de las naciones. Mientras, la tercera cuestión planteada por el proceso de crecimiento es de sus efectos sobre el desarrollo, la decadencia, y el bienestar de las naciones individuales. Llevando a establecer que una economía mundial estable requiere que existan mecanismos que permitan la gestión nacional de la economía en consonancia con las normas y exigencias de una economía internacional liberal.

Además de estas consideraciones, Gilpin se expresa en términos del advenimiento de la política de dinero que ha dado al Estado moderno control sin precedentes sobre la economía, el sistema financiero y lo político. Así como deja claro que lo posible y beneficioso para un estado solo se ha demostrado que es un desastre para el sistema internacional como un todo. Estas consideraciones de Gilpin nos llevan a concluir que la dinámica de la economía global contemporánea ha llevado a la propia creación del G-20 como un foro donde ser incluye a las economías emergentes que antes habían sido excluidas. El cambio en el crecimiento económico de los países ha sido desigual, y estas economías emergentes son producto de ese proceso. Esto llevo a una reconfiguración estructural de la economía mundial puesto que aquellos países que eran excluidos ahora tienen una voz poderosa ante dicho foro. De igual forma, vemos esto plasmado en las consideraciones de fortalecer las instituciones financieras internacionales, no solo dándoles recursos monetarios sino incluyendo mayor representación en el gobierno de estos por parte de países que antes no hubiesen tenido cierto poder.

Por último, esto lleva directamente a considerar el planteamiento de Gilpin en que lo beneficioso y conveniente para un solo estado no necesariamente lo es para todo el sistema en su conjunto y esto puede ser considerado con el caso de Estados Unidos que ha tenido bastante control en el juego de la economía política mundial y ahora que el sistema está un tanto desquebrajado se está planteando la posibilidad de repartir el poder entre más países e incluso incluir a los que han sido marginados. Parece ser que el G-20 se dirige a reparar el daño que tal vez fue producto de la hegemonía relativa de Estados Unidos en el sistema financiero internacional. Ahora solo queda esperar a ver que ocurre en la próxima reunión del G-20 para tener claro los cambios recomendados y su manera de ser aplicados.

sábado, 18 de abril de 2009

Krugman y los Rebaños en Wall Street.

En este articulo, Krugman presenta un análisis sobre la situación que se dio en el año 2002, donde el Departamento de Comercio anunció que la economía había crecido 5.8% pero el Dow Jones había caído rápidamente por debajo de los 10 000 puntos. Por lo que Krugman señala que existe una incongruencia en esta situación y que tal vez el Dow Jones cumpla un viejo adagio que dice que el mercado de valores ha predicho nueve de las cinco últimas recesiones. Igual, el autor establece que un análisis cuidadoso de lo que estaba ocurriendo era bastante desalentador.

Para su análisis, Krugman repasa un ejemplo de los libros de textos que tiene que ver con el efecto  de los “rebotes de inventarios”. De manera resumida, el autor dice que una compañía X puede tener un efecto de “rebote de inventario” cuando esta se dedicaba a producir 100 unidades del producto por mes y mantenía la misma cantidad en inventario, pero la demanda baja a 90 unidades por mes y la compañía no se da cuenta hasta que en su inventario quedan 110 unidades. Para resolver este exceso, la compañía puede producir en el próximo mes sólo 70 unidades y después devolverla a 90 unidades si se mantiene esa tendencia en la demanda. Pero pudiera ser que la demanda no volviese a subir a las 100 unidades por mes, lo que llevaría el proceso de estabilidad al tope final (por el momento) de las 90 unidades.

Por lo tanto, el efecto del “rebote de inventarios” se da cuando el sobrante de inventarios es eliminado. Y esto sucede cuando la demanda cae, los inventarios aumentan y la producción cae rápidamente en la medida en que las empresas se deshacen del exceso de inventarios. Pero tal rebote no significa que haya una verdadera recuperación para la compañía, sino que para obtener eso se necesita que las ventas a los compradores finales aumenten. Krugman utiliza este ejemplo porque la economía funciona de la misma manera.

Krugman entonces llega a la conclusión de que más de la mitad del 5.8% de crecimiento fue únicamente un rebote de inventarios y que las ventas finales sólo llegaron a alcanzar un crecimiento de 2.6%. Por lo tanto, el autor critica a los economistas de Wall Street porque ellos aseguraron que la inversión de las empresas estaba a punto de despegar, pero los líderes corporativos (quienes en realidad toman las decisiones de inversión) habían sido consistentemente mucho más pesimistas que quienes realizan las predicciones. Y es obvio, porque  son las propias empresas quienes han tenido que disminuir su inversión debido a lo abrumada que se encontraban por el exceso de capacidad y por las bajas utilidades.

Esta situación, a mi entender, produjo una especie de burbuja en las estadísticas de crecimiento económico ya que lo que se estaba contabilizando era el rebote de los inventarios, o sea, el exceso de ellos, mientras que las ventas para suplir la demanda original (de 100 unidades por mes, según el ejemplo) no habían aumentado.  Es por ello que existía la dicotomía entre el dato del 5.8% de crecimiento y la caída del Dow Jones al mismo tiempo. Mientras estadísticamente se reportaba un crecimiento en la economía, las empresas disminuyeron sus inversiones en la bolsa de valores porque realmente ellas conocían el proceso por el cual estaban atravesando.

Por lo tanto, la conclusión final de la reflexión hecha por Krugman es que no existe una recuperación verdadera, y que tal vez lo que pudiese haber en aquel momento era una “recuperación sin nuevos empleos”.  En esta recuperación el PIB crece pero el desempleo se mantiene alto.  Además, se decía en aquel momento que la economía necesitaba crecer cerca del 3.5% sólo para evitar el aumento de la tasa de desempleo, y todo apuntaba a que el crecimiento económico no llegaría a esa cifra.

Por último, al autor le parece irónico que precisamente la gente “sensata”  (como los economistas de la Reserva Federal) había estado prediciendo por mucho tiempo  que iba a ser una recuperación lenta y con desempleo (y sin utilidades). Esto contrapuesto a la euforia que brota eternamente en el rebaño de Wall Street que permanecían muy optimista a una recuperación rápida donde según ellos las inversiones empresariales estaban a punto de despegar basándose en el supuesto crecimiento del 5.8% de la economía en aquel momento.  Con esto podría dejar planteada una pregunta para futura discusión: ¿acaso la gente de Wall Street quería disimular lo que estaba ocurriendo realmente en la economía para crear una burbuja especulativa o acaso era pura ignorancia de lo que estaba ocurriendo? Espero en algún momento que esa pregunta se me pueda ser contestada.