En este tercer capítulo, el autor parte de la premisa de que el mercado por si mismo afecta y transforma factores externos en diferentes maneras. El mercado, por lo tanto, disuelve las estructuras sociales, altera las relaciones políticas; además, estimula los avances científicos y tecnológicos. Por lo cual se hace necesario tener presente las tres dinámicas (según Gilpin) que se dan en la economía política internacional. Estas dinámicas están expresadas en teorías que son formuladas o seguidas de alguna forma por las ideologías que se presentaron en el capítulo 2 de la obra de Gilpin.
La primera teoría a ser presentada es la “Teoría de la Economía Dual”, la cual es derivada principalmente del liberalismo económico. Esta se enfoca en la evolución del mercado como respuesta al deseo universal por incrementar la eficiencia y la maximización de la riqueza. Esta teoría, también conocida como dualismo, asevera que cada economía, domestica e internacional, deben ser analizadas en términos de dos sectores relativamente independientes: un sector moderno, que es progresivo y está caracterizado por un alto nivel de eficiencia productiva e integración económica; y, un sector tradicional caracterizado por un modo antiguo de producción y auto-suficiencia local.
Esta teoría argumenta que los procesos de desarrollo económico involucran la incorporación y transformación del sector tradicional en un sector moderno a través de la modernización de las estructuras económicas, sociales, y políticas. Por lo tanto, esta teoría parte de la competitividad de los sectores económicos ante el mercado internacional donde los mecanismos de producción son mucho más dinámicos e integrados en el marco de la globalización donde la producción de bienes o productos se hace de forma moderna pensada en la eficiencia económica y la interdependencia global. En esta teoría uno de los pilares de la dinámica propia de la economía política internacional es el desarrollo de altas tecnologías que permiten que un producto pueda ser elaborado de forma rápida, o sea, eficaz. Por lo cual, afecta directamente sobre la competitividad de naciones donde aun el desarrollo tecnológico no ha sido implementado.
La segunda teoría es la “Teoría del Sistema Mundial Moderno”, esta se encuentra fuertemente influenciada por el marxismo. Parte de la premisa de que el mercado mundial es esencialmente un mecanismo para la explotación económica de los países menos desarrollados por el avance de las economías capitalistas. La tesis básica de la posición del Sistema Mundial Moderno es que la historia y operación de la economía política internacional solo puede ser entendida en términos de “Sistema Mundial Moderno”, definido por un proponente como una unidad con una sola división de trabajo y múltiples sistemas culturales.
Esta teoría asume un sistema económico mundial ya unificado compuesto de una jerarquía de estados dominados por clases mantenidos entre sí por fuerzas económicas y que producen sub-desarrollo a través de la periferia dependiente. En otras palabras, el sistema del mundo capitalista provoca el sub-desarrollo en los países con menos desarrollo. Con esta teoría el sistema económico se ve con un centro (país capitalista desarrollado) y una periferia (países sub-desarrollados que dependen de la economía de ese centro). Por lo tanto, se comienza a hablar de una división internacional del trabajo donde se imponen estructuras de clases y estado en la periferia, así como en las economías dependientes del desarrollo económico de los países desarrollados de tendencia capitalista.
La tercera y última teoría es conocida como la “Teoría de la Estabilidad Hegemónica” la cual es cercana pero no totalmente asociada con el realismo político. Esta interpreta el levantamiento y operación de la economía internacional moderna en términos del éxito de los poderes liberales dominantes. Esta teoría parte de la premisa de que en una economía mundial abierta y liberal se requiere la existencia de un poder hegemónico o dominante. Por ello, el poder hegemónico debe ser capaz y deseoso de establecer y mantener las normas y reglas de un orden económico liberal.
De igual forma, se establece que la hegemonía o liderato está basado en la creencia general de su legitimidad al mismo tiempo que está limitada por la necesidad de ser mantenida. En otras palabras, otros estados aceptan la regla del hegemónico porque este tiene prestigio y estatus importante en el sistema político internacional. Esto a su vez se encuentra ligado a un papel crucial del poder hegemónico. Este papel de lograr manejar las crisis más allá de simplemente la rutina del mantenimiento de un régimen. Por lo tanto, si una economía mundial liberal puede sobrevivir, el hegemónico debe poder y desear responder rápidamente a las amenazas del sistema.
En conclusión, Gilpin al introducir estas teorías en forma de categorización lo que está haciendo es darle una explicación con nombre y apellido a las dinámicas múltiples que se llevan a cabo en la economía política mundial. En una próxima intervención se presentará una síntesis de los capítulos 4, 5, y 6 relativos al dinero, las políticas de comercio internacional, y a las corporaciones multinacionales y la producción internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario